“El 29 de diciembre del 2014 fue un día especial. Cuando la vi salté en un pie”. Así cuenta el excatedrático y periodista manabita Ángel Loor Giler, mentalizador del cambio de la semántica de la palabra “montuvio”.
Este término ha sido añadido en la vigésimotercera edición del Diccionario de la Lengua Española.
Giler cuenta que la solicitud de la palabra “montuvio”, que hace referencia al campesino de la Costa, la hizo en el 2004 a través de Susana Cordero de Espinoza, actual directora de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, y Humberto Robles, quien es ahora Académico de Número de la misma entidad.
Giler, quien es director de la Biblioteca de la Universidad San Gregorio de Portoviejo (USGP), recuerda que esta solicitud la hizo en representación del diario La Hora Manabita y del mismo campus universitario.
Término. En ediciones anteriores del Diccionario de la Lengua Española, se encuentra el término montubio, que hace referencia a la acepción “montaraz”.
“Era necesario liderar esta propuesta de identificación manabita para formar en las próximas generaciones el sentir orgullo por su identificación montuvia”, expresa Giler.
Ahora, según este maestro de periodistas, 1’071.000 personas son parte de este trascendental cambio.
Así lo constatan también las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), que indica que el 7,4 por ciento de la población es montuvia y no montaraz.
Historia. Para el historiador manabita Ramiro Molina, este cambio semántico se puede encontrar según anotaciones históricas desde inicios del siglo XIX.
Este término derivaría de la palabra montañero que corresponde a los elementos que se adentran en la montaña desde la época indígena, quienes escaparon del genocidio, de la esclavitud e imposición de los españoles.
Los colores vivos como el amarillo, rojo y azul en los estampa dos de su ropa es común, dice Molina.
Añade que otra de las representatividades del montuvio es que es machista y eso se debe a que se desarrolla en un espacio único en un entorno amplio. A su vez esto lo hace que sea un ser muy apegado a la familia.
Tatiana Hidrovo, historiadora académica, explica que los montuvios son un grupo cultural, que se constituye a partir del desarrollo de la economía agroexportadora de la Costa ecuatoriana, lo que lleva a los antiguos criollos, descendientes de indios e inmigrantes a ocupar progresivamente zonas propicias para la producción agraria y la recolección.
“Su identidad y características se perfilan a partir de su trabajo cotidiano: agricultura, recolección y ganadería, aunque también ejecutan trabajos artesanales”, precisa Hidrovo.
La historiadora también explica que algunos elementos culturales asociados a la tradición montuvia son el amorfino, las décimas, la guitarra, fiestas religiosas populares y la destreza para el manejo del caballo y el machete.
Costumbres. El montuvio tiene una forma particular de hablar. Palabras como “sube para arriba”, “baja para abajo”, “vide”, son términos usados con frecuencia, dice el periodista Fernando Macías.
Él indica que otra de las características del montuvio son la familia numerosa, solidaridad y amabilidad.
Fuente: periódico <El Diario, p. 8-B>
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